EL CONSTITUCIONALISMO REVOLUCIONARIO 1809-1815
Las juntas de gobierno que se establecieron en buena parte de las capitales de las provincias del Nuevo Reino de Granada, durante el segundo semestre de 1810, manifestaron muy pronto una vocación constitucional. Desaparecido el gobierno superior del virreinato con el apresamiento del virrey Amar y de la mayoría de los oidores de la Real Audiencia, el restablecimiento de la antigua unidad política exigía un congreso general del reino. Pero cuando esta reunión desembocó en un fracaso estruendoso se abrió el camino hacia los colegios electorales y constituyentes, en los cuales las provincias transitaron a estados. Las cartas constitucionales fueron la mejor expresión de la precocidad política de este reino, como que la Constitución de Cundinamarca fue la primera del mundo hispano. El constitucionalismo de la Revolución Neogranadina es entonces la piedra angular del inicio del proceso de construcción de la nación colombiana, no solo por haber desarrollado una serie de principios que arraigaron profundamente en nuestra sociedad sino también porque respondió a una serie de dile mas que son los mismos que enfrenta todo régimen democrático y que siguen siendo nuestros problemas hasta hoy.
La primera parte de este libro es un estudio de Isidro Vanegas, autor de otro título anterior de esta colección Bicentenario, en el que muestra los orígenes de ese constitucionalismo y sus rasgos centrales, los procedimientos seguidos para formar las distintas constituciones y algunas reflexiones en torno a la relación existente entre el constitucionalismo y la revolución que lo hizo posible. La segunda parte contiene una abundante compilación de documentos que permiten apreciar, desde la experiencia de los hombres de la época, el modo como fue emergiendo el imperativo de formación de las constituciones, así como la innovación de las nociones que las singularizaron, el procedimiento de su escritura y los protocolos de su promulgación.
Muy revaluada ha quedado entonces la vieja idea de la recepción constitucional “verdadera” en la Villa del Rosario de Cúcuta apenas en el año de 1821, pues la gesta constitucional de las primeras repúblicas
provinciales se aprecia aquí como la auténtica fundación de una tradición colombiana bicentenaria, con rasgos de creatividad sorprendentes. Se trata de una experiencia simultánea e independiente de la que las Cortes de Cádiz ofrecieron a la nación española, si bien en algunas provincias del Nuevo Reino esta fue acatada, bien por la acción de Juan Sámano, bien por la actividad desplegada por el gobierno superior que se instaló en Panamá y se mantuvo leal a la Regencia. nuevo vocabulario político que innovó la vida social en la sorprendente década revolucionaria. Auguro a los lectores juiciosos un gran provecho con este nuevo título de nuestra colección bibliográfica, asociada a la conmemoración del bicentenario de la independencia.
Jaime Alberto Camacho Pico
Rector
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