1. B. MOVIMIENTO DE INDEPENDENCIA
Fue un proceso largo que se prolongó desde 1808 hasta 1825 y un proceso complejo: la independencia fue liderada pos los criollos, mientras que los indígenas y las masas populares combatieron indistintamente en el bando español y en el criollo. Los dos Virreinatos más antiguos: Nueva España y Perú se mostraron cómo las regiones más conservadoras y fieles a la metrópoli y, por ello, los últimos territorios que se independizaron. Por el contrario, los virreinatos de Nueva Granada y Río de la Plata, creados en el siglo XVIII fueron los motores de la independencia. De estos virreinatos surgieron sus principales caudillos: Bolívar y San Martín.
LAS CAUSAS DE LA INDEPENDENCIA
Las causas que explican los movimientos de liberación americana son básicamente dos:
1. El malestar de los Criollos.
La independencia de la América Española fue protagonizada por la minoría criolla. Los criollos eran los descendientes de los antiguos inmigrantes españoles, pero nacidos en América. Representaban entre un 10 y un 15% de la población. Eran dueños de las grandes plantaciones (café, azúcar, tabaco), comerciantes e intelectuales enriquecidos, gracias a la subida general de los precios. Esta burguesía aspira a conquistar el Estado. Pero, Carlos III los excluyó del poder y de los altos cargos públicos, en favor de funcionarios (Virreyes, Capitanes Generales) venidos directa-mente de España. Por ello, sueñan con seguir el ejemplo de la Independencia americana de 1776: aspiran a una Constitución, alcanzar los puestos de gobierno, rechazan la política colonialista de España (el monopolio de Sevilla y Cádiz) y se oponen a pagar impuestos a España. Frente a ello reivindican un comercio libre, frente al monopolio impuesto desde España. Estos grupos están influenciados por la filosofía de la ilustración a través de varios medios:
a) La difusión de los principios de la R. Francesa de 1789, ya que a América llegan las ideas de Locke (teórico de la Revolución Inglesa del siglo XVII) y los textos de los ilustra-dos franceses: Voltaire, Montesquieu y Rousseau. b) La teoría pactista de Francisco Suárez (teólogo y jurista español de la 2ª mitad del XVI), según la cual, si el príncipe está incapacitado, la soberanía debe revertir al pueblo. A ello se unía la tradición foral que reivindicaba las libertades de algunas regiones. Así, en 1808, cuando las tropas de Napoleón invaden España, los territorios americanos reclaman su autonomía siguiendo el camino de la Juntas provinciales españolas. c) El malestar de la Iglesia americana, debido a la expulsión de los jesuitas de América lo que provocó el malestar del Bajo Clero americano respecto a España. Cerca de 2500 je-suitas expulsados de América pertenecían a familias criollas. A ello se une la desamortiza-ción de Carlos IV. Todo ello provocó una literatura americanista, destacando la "Carta a los españoles americanos" del jesuita peruano Juan Pablo Vizcardo, que incita a la insurrección independentista americana. d) Otros criollos pertenecían a Sociedades de Amigos del País o logias masónicas y tratan de impulsar el crecimiento económico, enfrentándose a los intereses de la metrópolis. Estos criollos se apoyarán, en sus pretensiones de independencia, en una clientela ignorante y mísera compuesta por mestizos y esclavos, los estratos sociales más amplios de las colonias. Pese a lo dicho, los líderes de a independencia americana (Bolívar y San Martín) eran de ideología liberal, pero las rebeliones que promovieron tuvieron un carácter autoritario y caudillistas, siempre al margen de las reivindicaciones populares. Querían mantener el orden estamental existente en la sociedad colonial.
2. El Papel jugado por los ingleses es clave.
−Tras el 1º Tratado de San Ildefonso (1796) España se alió con Francia. Inmediatamente Inglaterra trata de provocar el levantamiento de las Colonias españolas, pero sólo fue escuchada por Venezuela, cuyo movimiento insurreccional fracasó. Tras la derrota española de Trafalgar (1805), las colonias americanas quedan aisladas de España y empezaron a comerciar con países neutrales, lo que contribuyó a reforzar su aspiración a la autonomía. Más tarde, durante la Guerra de Independencia española (1808–1813), Gran Bretaña mantuvo un doble juego: mientras los ejércitos de Wellington ayudaba a luchar contra las tropas de Napoleón, los ingleses se extienden comercialmente por los mercados del Nuevo Mundo y así hacen frente al Bloqueo Continental decretado por Napoléon. Finalmente, tanto Inglaterra como EE.UU. vendieron armas y barcos de guerra a los insurrectos americanos.
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